Ayer a última hora del día encontré un mensaje urgente, tan simple y emotivo que me gustaría hacerlo llegar al mundo entero:
Hola. El lunes nos vimos en el metro. Subimos en la estación de Rogoredo a las 8,20 y tú te bajaste en Duomo. Llevabas el pelo recogido en una coleta y la mochila de Umbro. Yo soy el que socorrió a la señora desmayada (¡vaya imagen que doy!). Te ruego, ponte en contacto conmigo por email: colpodifulminerogoredo@gmail.com
¿Encontrará el señor salvavidas a la señora fugitiva?