En tiempos de crisis, cuando todo está de capa caída y la risa exagerada es acto de locos, las pequeñas simplezas se convierten en motivo de fiesta. Lo siento, soy adicta a las celebraciones. Adoro las serpentinas de colores y los confeti, es más, le entregaría el Nobel de la Felicidad al genio que inventó el champagne. Sin motivos aparentes ni fechas señaladas, brindo porque hace un segundo alguien me propuso acompañarle... sin decir adónde.
jueves, 15 de septiembre de 2011
lunes, 12 de septiembre de 2011
viernes, 2 de septiembre de 2011
Dibus
Es bueno jugar con los sueños y pensar que si no se corresponden con tus ambiciones siempre puedes borrar, arrancar la página o patalear. Recupera la calma y empieza de cero, creyendo que a la próxima te sentirás mil veces más afortunada.
Yo he terminado, ¿puedo irme?
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