
Ser o no ser, no lo tengo claro. Hay días en los que mejor desaparecer y evitar una mala suerte. No estoy de buenas. No sé dónde está el error. Mía no es la culpa, pero la perjudicada soy yo. ¡No entiendo de qué vas! A veces me pintas una sonrisa de sol a sol, otras, me haces sentir como si fuese la culpable de mi ruina mental... como el árbol sabio y veterano al que un mal tipo le ha arrancado las frescas hojas para limitarle su brillantez y juventud.