lunes, 13 de octubre de 2008

¡Odiooo!

Es el momento idóneo para mandar al infierno muchas cosas: a los tíos que mean en las bocas de metro, a los que van andando por la calle a paso por minuto, a los que abusan de mis pocos conocimientos y, también, a las personas asquerosas que teniendo parte de culpa se lavan las manos para ser siempre las más fantásticas en su trabajo. ¡Os odiooo!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Odiar y que te odien; Amar y que te amen; Doler y causar dolor; Ser feliz y causar felicidad.
Son la misma cosa, indican que estas viva, odio a los que solo existen y no viven.

Odio a los gruistas que se llevan mi coche sin preguntar si Sonia ha cenado.

Odio a los funcionarios que pagamos entre todos y entre todos sufrimos.

Bueno... Pensándolo mejor odiar a alguien es darle demasiada importancia, para qué el odio teniendo la ignorancia y el desprescio.

P.D. A enemigo que corre, pedrada en la espalda.

Anónimo dijo...

Los temores, las sospechas, la frialdad, la reserva, el odio, la traición, se esconden frecuentemente bajo ese velo uniforme y pérfico de la cortesía.