miércoles, 9 de diciembre de 2009

¿Hablamos?

En aquel instante su cara reflejaba oscuridad profunda, quizás porque una palabra se le había cruzado de lado a lado de la garganta. Con las manos recogiditas en los bolsillos, crucé los dedos para que un ataque de tos rompiese la palabra en letras (porque de ser así se hubiese facilitado la tarea). Pero no. Esta vez no pudo ser. Sentí la misma sensación que cuando me devoraba la cabeza intentando buscar el título perfecto para un libro que, seguramente, nadie llegaría a leer. Ahora que a las dos nos sobra el tiempo utilizaré mi admiración como pluma y escribiré el principio de nuestra historia. Espero que te guste mucho, pero no me preguntes cuál es el final... porque no lo hay.

2 comentarios:

Dany dijo...

Quando el titulo es perfecto
..el final lo es tambien..
se no siempre...casi siempre...

Mua.

Iván. dijo...

Eso espero. Que no tardes mucho más en hablar (en este caso escribir). Se te echa de menos.

Besos Princesa de Purpurina.