
Caminé hasta el solitario jardín, conocido como el "jardín de las amoratadas y tristes margaritas".
Me acerqué hasta el mirador...



Nunca se me ha dado bien eso de bailar, así que aproveché la discreción de la noche para echarme un baile.

Caminé hasta el solitario jardín, conocido como el "jardín de las amoratadas y tristes margaritas".
Me acerqué hasta el mirador...
Nunca se me ha dado bien eso de bailar, así que aproveché la discreción de la noche para echarme un baile.
2 comentarios:
Qué un día alguien dijera que eras como un llavero no debería de haberte afectado tanto...
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