Me abandonaste hace tres meses y tres meses hace que, a parte de una cartulina con dibujos retorcidos en la cual me comunicabas que seguías vivo, no tengo noticias tuyas. Esta mañana de camino al trabajo he comprado tus pasteles favoritos, por si vuelves, porque quiero ser tan dulce como tú. A pesar de la fresca primavera, el invierno se resigna a salir fuera de mi y todavía siento los resquicios que la escarcha dejó en los rincones de mi casa cuando te atreviste a decir que te ibas... que te olvidabas de todo por siempre jamás.
10 comentarios:
Estupenda celebración de la primavera!
Preciosas fotos!
¡Besotes y arriba ese ánimo!
Al ver las fotos de tus bocadillos, me he trasladado por un instante a un recuerdo tan mágico que no se, siquiera, si es real. A una mesa, en una casa de té en Cornualles, bajo un arbol centenario, con una bandejas de sandwiches de pepino, de berros, de lechuga, de cebolla, y de mil sabores que entonces me resultaron nuevos y hoy he rescatado de mi memoria. Todo ello envuelto en la luz que se filtraba a traves de las hojas de los árboles y que bañaba un cesped, allí tan natural que parecía artificial... no sé si me entiendes... tambien es verdad, yo tenía quince años, y todo estaba tocado por una mano maravillosa que me abria cada día un poquito las páginas de un libro, el de la vida, que entonces creía que estaría lleno de regalos.
Tambien tus fotos, tus palabras, tienen algo que me golpea por dentro, que me dice, como a lázaro ¡despiertate y anda!, estás dormida, mira que hermosura, que dulce cadencia de colores, de luces y sombras, que musica saltarina se esconde en tus palabras...
Hoy he comprado una plantita de albahaca y otra de hierbabuena, para dejar en la ventana de la cocina, tengo ganas de verde, y ahora, cuando vuelva del trabajo, abriré la ventana y aspiraré el olor a tierra rica, a campo, a menta, cerraré los ojos y me veré atravesando campos de amapolas, recolectando ramos de mimosas... casi como un anuncio de champú.
Fijate, cuantas cosas, en un instante, pueden evocarse ante una imagen y tus palabras.
Un abrazo guapa.
Como me gusta venir a tu casa!.
Hoy no pienso decirte mucho, vengo a disfrutar contigo de la primavera y de esos pastelitos que tan buena pinta tienen y que no recuerdo su nombre, pero que son tan buenos como decías.
Besines.
P.D. Si no tienes con quien compartirlos me presto voluntaría.
Acabo de descubrir tu blog. Tienes unas "historiestas" increibles, unas fotos mejores aún... Y a partir de ahora una nueva seguidora!!
Muchas gracias.
Txelo
Me gusta que mi gato de calor a mi espalda. Haber decidido hoy qué ser. Mantener desde la noche pasada la certeza de que voy a seguir haciéndolo. Me gusta el libro de Tagore que devoré ayer de una sentada, El jardinero. Me gusta el abrazo a Calohe. Tus cambios de viento me gustan.
Un besazo.
NO tengo a donde ir porque no puedo ir donde quiero.
Abandonado estoy también.
Un saludo.
Psé,no es por tener una conversación intrascendente,
quiero que salga el sol, que se acabe esta mierda de
invierno, ya tengo verdín de tanta lluvia, tanto frío,
tanta nieve....El único descubrimiento que me han
aportado tantas tardes entreteniendo a mi niño, ha sido
Pocoyo, qué lindo niñito azul. Pues na, que estoy harto
del vaho que sale de mi boca al respirar, de la nariz
roja, de las lágrimas callendo, me cago en el gremio
pepero, por si acaso.. juas.
Gracias por dejarme este trocito para desahogarme.
¿He dicho!
Dí que sí Sonia ,qué muera el invierno!! ayyy dónde
estén esas cervecitas en las terrazas, esas playitas
donde intentamos esconder el resultado de las tapas,
ese atorrijarse después de comer...Qué venga ya!!.
:)
Yo pensé que nos habias abandonado tú a nosotros...
¡Que alegría verte!.
No me creo ná de ná de todo lo que cuentas, ¿quién puede abandonar a alguien como tú?.
¡Besos guapisima!
son dulces...
pero no tan dulce como tu!
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